¡¡Estoy de vuelta!! Aunque quizás, no entera. Sólo una parte de mí ha regresado (y no es la que mejor puede hablar aquí). Dos, si contamos con la vuelta de mi Pc. ( Qué aún no sé, si se ha recuperado del todo. Espero no tener que volver a darle la baja).
La parte de la inspiración, debe haberse ido de vacaciones anticipadas de Semana Santa. Yo, como buena chica ( :p) esperaré a que sean oficiales y después intentaré disfrutarlas, como es debido, si todo sale bien ;)
El caso es, que no la encuentro por ningún sitio. Se ha acostumbrado a la vida sin trabajo y ahora le cuesta volver. Vamos, como nos pasa a todos.
Intenté darle unos días, pues el Pc hace algunos que ya está con nosotras, pero ni con esas. Sigue queriendo posponer el trabajo que debe hacer..
“No sé porqué, siempre estamos posponiéndolo todo. Pero si tuviera que adivinarlo, diría que tiene mucho que ver con el miedo; el miedo al fracaso, el miedo al dolor, el miedo al rechazo.
A veces es miedo a tomar una decisión porque... ¿Y si te equivocas y cometes un error sin solución?
Sea lo que sea lo que nos da miedo, una cosa es cierta: Cuando el dolor de no hacer algo es más insoportable que el miedo a hacerlo, es como si cargáramos con una pesada carga. Quien duda, está perdido.”
Hoy parafraseo a la cirujana Meredith Grey , de Anatomía de Grey. Serie a la que estoy empezando a engancharme cada vez más ( doy gracias a quien se las tenga que dar :p)
La verdad, es que la frase tiene parte de razón, aún no sé si toda. Lo meditaré más profundamente y ya os diré. Pero, es cierto, que en la mayoría de los casos, casi nunca hacemos las cosas en el momento. “Ya lo haré luego”, “Esperaré hasta el fin de semana” “Me doy de margen hasta fin de mes...” y cuando llega ese día, no sólo no lo hacemos, si no que nos convencemos de que terminaremos haciéndolo algún día.
¿Porqué? ¿porqué no hacerlo ahora?, en el momento en el que lo pensamos ¿Por vaguería? ¿Por miedo? ¿desgana? Pues sí, puede ser por todo esto. Pero...
¿ y si cuando queramos hacerlo ya es tarde? El tiempo no espera a nadie, aunque todos queremos siempre más. El problema es que al final, simplemente, el tiempo se termina. Y hemos llegado tarde.
Suerte, que a veces nos dan una ‘prórroga’, un ‘septiembre’ y a veces, sólo a veces, remiendas el error cometido. Pero si tampoco aprovechas ese tiempo extra, al final quedas eliminado y estás fuera. Es entonces el turno de las lamentaciones y las lágrimas.
Lo mejor, es no dejar que el tiempo se agote. Jugar el partido que toque. El presente. No pensar en los que vendrán después y aprovechar los 90 minutos al máximo para llevarse la victoria a casa.
Es la única manera de poder decir: ‘Este año, SI!’ ;)
“Es mejor saber, que preguntarse. Despertar es mejor que dormir. Y fracasar, o cometer un error enorme, es mucho mejor que no haberlo intentado."”
