domingo, 17 de junio de 2007

...eNCoNTRaNdo eL RuMBo...


Tres años después y tres fracasos después, la historia vuelve a repetirse.

Quien le ha visto y quien le ve. Perdido, sin rumbo, errático. Cree saber cual es su meta, pero recorre el camino sin saber porque tiene que hacerlo. Lo ha olvidado. Ha olvidado quien era. Ha abandonado su vida. Y ahora, su verdadera meta es recuperarse a sí mismo, recuperar esa vida perdida. Encontrar lo que un día fue y que en realidad es. Recuperar lo que un día fue es demostrar que él es grande por ser quien es, que es grande por ser él mismo. Todo lo que ha conseguido ( tanto lo bueno como lo malo) ha sido fruto de su identidad, de su particular forma de ser y vivir la vida. Todo lo que tiene lo ha conseguido sólo. Encontrase a sí mismo es demostrar a todo el mundo que es grande y que merece lo mejor. Encontrarse a sí mismo significa volver a confiar, luchar por lo que se quiere y creer que puede conseguirse. Creer que se puede con todo. Creer que nadie, ahora que vuelves a tenerte, puede pararte.

La lista de adjetivos degradantes se ha quedado pequeña. Se los ha ganado, lo sé, pero duele leerla. Se ha ganado lo que tiene. Ha ganado nada. Se ha perdido a sí mismo y si no hace algo ya, acabará por perder algo más. Aceptamos pulpo como animal de compañía. Pero todo, tiene un límite.

Se hunde cada vez más en su propio pozo y los demás se aprovechan de ello comiendo de sus colores. A veces, ni el atracón sirve a sus invitados para quedarse llenos.


Hacemos de la situación algo normal, algo que está así y no se puede cambiar. Empezamos a aceptar una situación pésima, convertida en rutina, sólo porque nos hemos acostumbrando a ella y creemos que es lo lógico. Lo aceptamos en lugar de luchar por lo que queremos. Esta situación NO ES LÓGICA.


....Tengo que dejar de cubrir mis heridas con tiritas de normalidad...

Hay que despertar del coma. Con rabia, con impotencia, con el corazón saciado y empachado de tristes momentos y desilusiones. Pero hay que despertar. Una vez despierto: muévete, haz algo de ruido. Despierta y recupera tu identidad.


Hay que salir a flote. Hay que recuperarse a uno mismo. Hay que volver a ser lo que se era, porque realmente, es lo más valioso que se tiene. Primero uno mismo. Primero mi felicidad. Primero mi vida. Primero yo. Después... el resto.


Para esto, tiempo. Tiempo y espacio. Siempre he defendido que hay que luchar hasta el final. Pero aquí, aún no hay final. Por eso necesito descansar, renovar fuerzas y recuperar la ilusión. Esa ilusión que poco a poco se ha ido separando de mí, debido a los constantes tropiezos. Necesito dejar a un lado la desgana por esos colores y recuperar el interés y esas ganas fanáticas de apoyarle devotamente ...

... Quizás no hable sólo de él ...


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