...De aDiCCioNeS y oTRaS DRoGaS....

Martes, 18 de Noviembre de 2008

Apostar:
1. Arriesgar cierta cantidad de dinero en la creencia de que alguna cosa, como juego, contienda deportiva, etc., tendrá tal o cual resultado, de forma que, si se acierta, se recibe una cantidad de dinero mucho mayor.
2. Depositar la confianza en una persona, idea o iniciativa que entraña cierto riesgo.

…Llevaba mucho tiempo enganchado al juego.


Al principio pruebas suerte en la novedad. Te gusta y sigues. Ganas y te gusta aún más. (Ganas o parece que vas ganando....) La ruleta gira y gira. Sientes gratificación, placer, liberación...De repente ¡para!. Se ha detenido en el número donde habías dejado tu ficha. Parece que la suerte está de tu lado y has ganado algo de dinero extra. Inmediatamente después del acto, aparecen los sentimientos sinceros de pena, autoreproche y culpa.

Lo piensas.

Es hora de dejarlo, ya has jugado suficiente, ya te has divertido bastante. Pero...¿ es demasiado tarde ?. Quizás si.... Estás totalmente enganchado. No puedes dejarlo.

Empiezas a perder, eres consciente de que estás perdiendo. Te engañas a ti mismo, pensando que ganarás el premio gordo. Pero en realidad, sabes que este juego sólo te llevará a perder más y más dinero.
¡Maldito juego que te tiene enganchado!. Endeudado. Sacas el dinero de donde sea, convencido de que apostar te llevará algún día hasta ese premio que tanto ansías. Que algún día serás rico. Te mientes a ti mismo. Una, dos, tres, cuatro y las veces que haga falta. Estás totalmente cegado. Es una droga. Y lo peor no es que no puedas dejarla, lo peor es que no quieres dejarla....

Cuesta creer cuantas adicciones hay. Sería muy fácil si sólo hubiera drogas alcohol y tabaco. Lo más difícil de superar una adicción, es querer superarla. Algunas veces, demasiadas veces, lo que empieza como algo normal en tu vida, se convierte en una obsesión y de repente dejas de controlarlo. Buscamos la euforia, eso que logra que todo lo demás se desvanezca.
Lo malo de las adicciones es que nunca acaban bien. Llega un momento en el que, lo que nos ponía eufóricos deja de hacerlo y empieza a doler.
Dicen que no superas tu adicción hasta que tocas fondo, pero ¿cómo sabes que lo has tocado? Porque por mucho que algo te duela, a veces dejarlo duele aún más.

(A veces, la señorita Grey no tiene porqué tener razón....)